¿Cómo enfocarte en el trabajo para ser un buen líder? 🤔 Al dirigir un equipo es posible que te sientas agobiado o improductivo. Cómo puedes enfocarte y ser un buen líder cuando tienes tantas cosas por hacer pendientes y no tienes tiempo suficiente para terminarlas.
Para muchos líderes de equipos o jefes de proyecto el problema no es que tenga poco tiempo, el verdadero problema es la falta de concentración.
Por tanto, ¿Cómo puedes enfocarte en el trabajo para ser un buen líder?
Contenido
Por qué enfocarte en el trabajo para ser un buen líder 🦾

Una de las responsabilidades principales y más importantes de un líder es poder enfocarse y dirigir su atención a su equipo para conseguir los resultados. Eso implica que concentres toda tu energía y atención en el equipo que supervisas y podáis trabajar juntos en las tareas clave.
Ahora bien, si eres como la mayoría de los líderes que conozco, es muy fácil que te resulte difícil estar enfocado, por las muchas distracciones que te encuentras cada día.
La palabra distracción, proviene de latín «distrahere«. El prefijo «dis» indica separación y «trahere» que alude a la acción de arrastrar. Así que es una fuerza que nos separa de nuestros objetivos a otros temas menos importantes.
Una distracción consigue arrastrar nuestra mente para que desconecte de tus prioridades. Las distracciones en definitiva atacan tu papel como líder de un equipo. Te apartan de las tareas que marcan la diferencia.
¿Cómo puedes superar esa fuerza de arrastre de las distracciones? Veremos en este artículo 3 puntos:
- Define los objetivos y los de tu equipo.
- Distánciate de las distracciones.
- Céntrate en el proceso no en los resultados.
Define tus objetivos y los de tu equipo 🎯

¿Qué objetivo tienes como líder de un equipo? ¿Cuáles son los de tu equipo que quieres conseguir al final del día, de la semana, de este mes, o del año? Quizás quieras ser más organizado, ser un mejor líder, mejorar los resultados, tener menos estrés, más tiempo libre, crecer profesionalmente, mejorar el ambiente de trabajo, etc.
La lista de cosas que acabamos de mencionar no son objetivos claramente definidos, tan solo deseos. La razón es que no hay forma de medir los resultados. En consecuencia, no los consigues, porque te falta definirlos y establecer como vas a medir su cumplimiento.
Como líderes, tenemos que ser específicos anotando nuestros objetivos y la fecha en las que los quieres conseguir. Puedes hacerlo en una aplicación de gestión de tareas o proyectos o en un cuaderno, una pizarra o donde tú puedas tenerlos visibles. Es importante que hagas esto ya que tener claros tus objetivos y anotarlos te ayudará a conseguirlos.
Esto lo demuestra la investigación llevada a cabo por la profesora de psicología Gail Matthews, que en 2015 publico un estudio donde demostró que las personas que anotan sus metas tienen un 42 % más probabilidades de conseguirlas en comparación con las que no lo hacen.
Además, la investigación refleja que, al comentarlo con un amigo o un compañero de trabajo, la probabilidad aumenta al 78 %. Así que eso es lo que tienes que hacer.
Ejemplos definir tus objetivos y los de tu equipo
Escribe un objetivo muy específico de que quieres lograr y para cuando. Después, coméntalo con un compañero o amigo en el trabajo y las probabilidades de conseguirlo serán mayores. Por ejemplo, evita decir, «Voy a organizarme mejor». Ese objetivo no es claro. Deberás transformarlo en: «Tengo la oportunidad de dar prioridad a mis tres tareas diarias más importantes.«
Por ejemplo, evitar decir: “Voy a ser un mejor líder”. Igual que el anterior debes transformarlo en, «Leeré 30 minutos al día un libro con una habilidad concreta de liderazgo y la aplicare en mi equipo«.
Deja de decir: «Voy a pedir consejo a otros líderes«. Mas bien, o «Buscare un mentor que me ayude a mejorar y me reuniré una vez por semana con él«.
Independientemente del objetivo que te haya marcado, recuerda ser muy específico. Si no lo haces, nunca sabrás si estás en el camino correcto. Puedes aprender más en el siguiente artículo Cómo conseguir lo que te propongas 🎯
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Distanciarnos de las distracciones 📴

La mejor manera de aumentar la concentración es disminuir las distracciones. Podemos distinguir dos tipos de distracciones.
Distracciones cognitivas – Enfocarte en el trabajo para ser un buen líder
Las distracciones cognitivas, que son las que distraen tu mente. Las que interrumpen tus responsabilidades principales como líder, aquellas que paralizan tu concentración y las tareas clave que tienes que hacer. Un ejemplo de ello es el teléfono móvil.
Según un artículo de la revista Business Insider, el promedio de veces que tocamos el teléfono es de 2617 al día. ¿Impactante verdad?
Esa cantidad se refiere únicamente a un usuario medio, si vamos a los usuarios que más utilizan el móvil (el 10% superior de la muestra), el estudio afirma que tocan sus teléfonos más de 5400 veces al día. Piensa en esas cifras un momento.
El estudio muestra que estamos continuamente recibiendo distracciones. Cada vez que miras WhatsApp, tu correo electrónico, o entras en las redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter, YouTube, TikTok, Snapchat, LinkedIn, etc.
Además, en el año 2019 el promedio de tiempo que una persona pasaba en redes sociales era de 144 minutos. Desde 2012 ha aumentado casi un 60% más.
Piensa un momento, de promedio, la mayoría de las personas dedican más de 2 horas de su tiempo cada día tan solo a redes sociales. En ese tiempo no se incluyen noticias, artículos, correos electrónicos, mensajes de texto, juegos o tu serie o película favorita.
Algunas estimaciones dicen que en promedio la mayoría de las personas pasarán unos 7 años de su vida en las redes sociales y los jóvenes unos 10 años. ¿No es una locura?
Como líder nunca marcarás la diferencia si estás distraído por cosas pequeñas. Por tanto, esfuérzate por eliminar las cosas que te distraen de tus metas y objetivos. Trabaja para eliminar o minimizar al máximo este tipo de distracciones.
Cómo evitar Distracciones cognitivas
Para ello puedes crear una zona de trabajo libre de distracciones. Imagina que tienes que trabajar enfocado en una tarea muy importante que requiere concentración, una estimación de un importante proyecto y su planificación.
La tarea comienza la noche anterior, descansado bien y preparando las cosas que vas a necesitar al día siguiente.
Al comenzar la tarea, aleja de ti el teléfono, no abras el correo electrónico, asegúrate de tener las notificaciones apagadas para que nadie te moleste.
Si te gusta pon música ambiental en tus auriculares para hacer más sencillo entrar en lo que se llama la zona de flujo o “la zona”. Un estado mental donde estás totalmente concentrado, incluso pierdes la noción del tiempo, el trabajo fluye y parece que nada te detiene. Intenta estar el máximo tiempo en ese estado para avanzar.
En ese periodo de tiempo en el que trabajas enfocado vas a producir mucho más, podrás hacer en ese tiempo lo que a otras personas les cuesta mucho más. La razón es que has creado de manera intencional un entorno de trabajo concentrado que te ayuda a ser más productivo.
Por tanto, para ser más productivo en tu liderazgo, tienes que ser intencional al crear esos espacios de trabajo libres de distracciones. Por ejemplo, puedes comenzar por fijar un bloque de tiempo de 9:00 a 11:00 a trabajo concentrado. Tus tareas más importantes. Tener esta franja de tiempo te permitirá estar aislado para avanzar en tus tareas más importantes al eliminar por completo las distracciones.
Recuerda que como líder no vas a hacer cosas significativas en tu trabajo si estás constantemente distraído por urgencias y cosas sin importancia.
Distracciones por oportunidades – Enfocarte en el trabajo para ser un buen líder
En este tipo de distracciones es donde muchos líderes de equipo caen. Se llaman distracciones de oportunidad porque aparentemente son buenas oportunidades que a menudo roban a los líderes el mayor tiempo e impacto.
Cuanto mejor hagas tu trabajo como líder de equipo, se van a presentar más oportunidades. Con el paso del tiempo van a venir ideas para hacer más cosas, algunas serán tuyas o de tu equipo u otros compañeros.
Por ejemplo, podríamos construir una nueva aplicación para sacar gráficos de rendimiento, podríamos hacer una reunión para sacar nuevas ideas, mejorar la oficina, crear un wiki con documentación o grabar en video sesiones de formación, etc. Puede ser cualquier nueva iniciativa que aparentemente es una oportunidad.
En principio todas esas ideas pueden ser buenas, pero como líderes no podemos dejarnos atrapar y seducir por esas nuevas ideas. Tener la capacidad de hacer algo, no significa que debas hacerlo.
Así que hay que luchar contra la tentación de hacer cosas nuevas, que quizás no deberían hacerse.
El verdadero éxito no se trata de hacer más, sino de hacer más de lo más importante. Cuando dices que si a una nueva idea, estás diciendo no a las tareas que causan más impacto en tu equipo y tu liderazgo. Saber lo que no haces determina qué cosas puedes hacer.
Céntrate en el proceso no en los resultados 🛣️

Este punto es importante porque la mayoría de los éxitos no se consiguen enfocándose únicamente en los resultados. Los resultados vienen cuando te centras en las acciones que obtienen esos resultados.
El problema es que la mayor parte de personas que lideran un equipo cometen el error de centrarse en los resultados y dejar a un lado el proceso.
Los buenos resultados suelen producirse por buenos procesos. Además, no podemos controlar siempre qué resultados vamos a obtener.
En el año 2020 nadie pudo anticipar la pandemia mundial de coronavirus, las empresas han sufrido, sin embargo algunas aceleraron su transformación digital y otras tuvieron que cerrar. Eso nos enseña que no podemos controlar lo que pasa en nuestro exterior, pero sí que podemos controlar nuestra reacción.
Podemos controlar nuestra actitud, nuestro enfoque, nuestro esfuerzo y nuestras acciones.
Cómo centrarse en el proceso y no en los resultados
Pongamos un ejemplo, imagina que quieres escribir un libro. Lo que probablemente hagas, como hace la mayoría de gente, es empezar muy fuerte, escribir el título y estar muy motivado. Empiezas escribiendo tres horas el primer día y el segundo dos horas, hasta que al final el tercer día cómo ves que es muy largo y no se ve el final, solo 1 hora, te agotas y abandonas. Acabas dejándolo con la sensación de haber hecho algo estúpido.
Este ejemplo ilustra muy bien porque tenemos que centrarnos en el proceso en vez de los resultados. Si quieres escribir el libro, tienes que centrarte en el proceso de escribir y ser disciplinado. Puedes tener un objetivo simple, por ejemplo, escribir una página al día. No importa si es pequeño, ya que el proceso te conducirá al resultado que deseas.
Tal vez quieras mejorar tu comunicación, lo intentas haciendo una presentación en tu trabajo. Y esa presentación no sale muy bien, te avergüenzas y te rindes. Eso es lo que sucede si te centras en los resultados.
Si cambias la mentalidad y te centras en el proceso a seguir cuando tengas una presentación: prepararte la información, ensayar varias veces, grabarte en video, hacer la presentación en casa de tu pareja, corregir los errores, etc. La mejora será gradual y con el tiempo podrás conseguir el resultado de hacer presentaciones en tu trabajo de forma eficaz.
Por tanto, sustituye la mentalidad centrada en los resultados y cámbiala por una mentalidad que establezca procesos que te ayuden a conseguir avanzar hacia esos resultados.
🤓 Resumen cómo enfocarte en el trabajo para ser un buen líder
En resumen, si quieres enfocarte en el trabajo para ser un mejor líder. Primero, tienes que definir muy bien tus metas y los objetivos de tu equipo. Segundo, esfuérzate por eliminar cualquier tipo de distracción. Por último, enfócate en el proceso y no en los resultados
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